Las lluvias aportadas por las borrascas de la semana pasada hicieron correr el Barranco de la Villa. En la imagen del viernes, 08. de enero, se observa el nivel del agua a la altura de la estación de guaguas. La alegría que sentimos todos al ver las presas rebosar, se ve algo mermada si nos acercamos estos días a la playa de la San Sebastian.
En varios años no había llovido tanto como en el paso de la borrasca «Filomena», entre el 04. y el 11. de enero. Polvo del Sáhara depositado en este tiempo en toda la superficie, piedrecitas y polvo mineral, consecuencia del desgaste de la roca, todo fue arrastrado al mar. Incluso mirando desde el muelle, a 600 m de distancia, el agua parecía teñido por el lodo.
Durante este período extremadamente largo, también todo tipo de residuos se acumularon en las laderas y lechos de barrancos. Ahora fueron arrastrados al mar. Será por eso que la playa de San Sebastián no luce muy atractiva en estos días: Junto a las montañas de restos vegetales, se encuentran grandes cantidades de basura. La asociación Ventana al Mar estuvo en el lugar para las muestras de microplástico de invierno como parte del proyecto Implamac.
Al principio del paso de la zona de baja presión «Filomena», el viento soplaba directamente desde la bocana del puerto en dirección a la playa (por ejemplo el miércoles, 06.01.), lo que algunas gaviotas y una garceta aprovecharon para darse un festín con los animales marinos varados allí.
En una evaluación del 12.01. pudimos encontrar principalmente cangrejos, caracoles y estrellas de mar.
Posiblemente el aporte de barro (que las asfixia) y agua dulce (sus riñones no son capaces de compensar el cambio de salinidad tán brusco) fue responsable de la muerte de los animales.
El análisis de la basura tirada, sin embargo, reveló un número sorprendentemente grande de colillas, envoltorios de caramelos, bridas de las que utilizan en el campo y toallitas de usar y tirar.
Esta nota no debe restarle alegría a la precipitación que ha caído. Pero la situación es un claro indicio de que todo lo que dejamos en tierra termina en el mar.
